Hoy, nos unimos en una voz unificada para abogar por la paz en Palestina y el respeto a los derechos humanos fundamentales, en un momento crítico de la historia donde la situación en la región alcanza niveles alarmantes de violencia y sufrimiento. Las estrategias militares invasoras han prolongado el sufrimiento palestino durante décadas.
En el conflicto actual, en unos meses, las cifras son insoportables: 34.000 muertos, 12.400 niños, 1.50 millones de desplazados, 200 cooperantes muertos, periodistas, sanitarios, miles de heridos. Las cifras hablan por si solas. Es David contra Goliad. Una situación que ya se califica de masacre y genocidio.
Es inaceptable la devastación como forma de castigo colectivo y el sistema de apartheid impuesto por Israel, que oprime y domina al pueblo palestino, negándoles sus derechos básicos: El agua, la comida, la vivienda, la atención sanitaria, su pequeña explotación agrícola de subsistencia, el derecho al retorno de los refugiados palestinos y la libre circulación de personas.
Instamos al Gobierno de España, a la Unión Europea y a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a demandar a Israel un cese inmediato de hostilidades, un alto el fuego permanente la renuncia a sus planes de invasión y destrucción de Gaza, y el respeto pleno de los derechos humanos y la legalidad internacional. Un compromiso de dialogo que incluya a todas las partes involucradas. Construir un futuro de paz, justicia y dignidad para todos los pueblos de la región.
Criticamos la inacción de las instituciones políticas internacionales con EE.UU a la cabeza, que han permitido la continua ocupación, la violación de los derechos humanos y el sufrimiento del pueblo palestino, y exhortamos a todos los actores internacionales a asumir su responsabilidad y tomar medidas concretas para poner fin al conflicto y promover una paz justa y duradera en la región.
Todos y todas, políticos, instituciones y ciudadanía tenemos que ser conscientes vivimos en un tiempo histórico que proliferan los conflictos bélicos, y las democracias están amenazadas por políticas intolerantes y fuertes poderes económicos que se nutren de las guerras, que profundizan las desigualdades y excluyen a una parte de la sociedad, por su raza, maneras de pensar o sentir.
El diálogo y la paz, la libertad y el respeto, políticas inclusivas son medios para alcanzar una coexistencia humana, justa, duradera, donde todas y todos nos reconozcamos.
Nos solidarizamos con aquellos que buscan vivir en paz y dignidad en su tierra.
Nos solidarizamos con Palestina.
El pueblo palestino tiene derecho a tener su territorio a formar un Estado que sea reconocido, terminar con la inseguridad, que le impide desarrollar su política, economía, cultura, valores cívicos, circular libremente con su nacionalidad Palestina.
Deseamos que más pronto que tarde palestina, tenga su tierra, su estado su población pueda curar sus heridas y sus niños comer e ir a la escuela.
LA PAZ SOLO SERÁ POSIBLE CON UNA PALESTINA LIBRE
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